Judicial
Brayan Campo confiesa asesinato de la niña Sofía Delgado, ya tenía una investigación por violencia infantil
La conmoción y el dolor en Villagorgona son palpables tras el hallazgo del cuerpo de la niña Sofía Delgado. Nuevos datos revelan una serie de coincidencias perturbadoras en la vida del confeso asesino, Brayan Campo, que despiertan una profunda inquietud en la comunidad.
La reciente confesión de Brayan Campo, quien admitió haber asesinado a la niña Sofía Delgado, ha reabierto el debate sobre la seguridad y el bienestar de los menores en el Valle del Cauca. La comunidad, que aún llora la pérdida de la menor, se encuentra en estado de shock al conocer que el hombre ya tenía un proceso penal activo por presunto acceso carnal violento hacia otra menor en 2018.
La desaparición de Sofía Delgado se registró el 29 de septiembre, cuando salió de la casa de sus abuelos con la intención de comprar champú y alimentos para su mascota. Desde ese día, la familia vivió una angustiante espera, la cual terminó trágicamente el 17 de octubre, cuando se encontró su cuerpo en un cañaduzal. Esta situación ha encendido la ira y la frustración en la comunidad, que demandan justicia y respuestas sobre lo ocurrido.
La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, ha expuesto datos que subrayan similitudes preocupantes entre el caso del homicidio de Sofía y las acusaciones previas de abuso sexual que enfrenta Campo. “Hay algo que me parece curioso: su hija de seis años se llama Sofía, la niña que violó hace cuatro o cinco años también se llama Sofía, y la niña que asesina horrendamente también se llama Sofía”, mencionó Toro, haciendo hincapié en la gravedad de la situación.
La captura de Campo fue legalizada por un juez de control de garantías de Palmira, mientras que su compañera sentimental fue liberada tras su detención inicial. Sin embargo, esta mujer seguirá vinculada a la investigación, lo que deja a la comunidad con más preguntas que respuestas.
El impacto del hallazgo del cuerpo de Sofía y la consiguiente detención de Campo ha desencadenado una ola de protestas y vandalismo en Villagorgona. Algunos residentes decidieron atacar la veterinaria que Campo y su pareja operaban, así como la vivienda donde él residía. Para controlar la situación, las autoridades de Candelaria decretaron un toque de queda en la zona, medida que comenzó a regir desde la noche del 17 de octubre.
La sociedad espera justicia en un caso que ha revelado no solo la vulnerabilidad de los niños, sino también la falta de mecanismos eficaces para prevenir que criminales reincidentes sigan atentando contra los más indefensos.