Internacional
Venezuela se muestra dispuesta a dialogar con EE. UU. tras el triunfo de Trump: ¿Un cambio de estrategia?
Venezuela anuncia su disposición a entablar relaciones diplomáticas con Estados Unidos tras la victoria de Donald Trump. ¿Es este un giro de estrategia o una jugada calculada?
El gobierno de Nicolás Maduro ha sido históricamente uno de los críticos más acérrimos de la política estadounidense, especialmente durante la presidencia de Donald Trump. Sin embargo, en una declaración oficial divulgada por el canciller Yván Gil, se ha asegurado que Venezuela está “dispuesta a entablar buenas relaciones” con Washington, tras el regreso de Trump a la Casa Blanca. La apertura expresada por Caracas ha sorprendido a muchos, ya que las relaciones diplomáticas fueron rotas en 2019, durante la primera presidencia del magnate inmobiliario.
Gil, en su comunicado, subrayó que Venezuela siempre estará dispuesta a mantener relaciones “enmarcadas en un espíritu de diálogo, respeto y sensatez”. Además, aprovechó la ocasión para felicitar a Trump por su reciente victoria en las elecciones presidenciales de EE. UU. Esta declaración es un indicio claro de que el régimen de Maduro podría estar buscando mejorar la relación con un gobierno que, hasta ahora, ha sido más hostil con su administración.
La retórica de Trump y su impacto en la política venezolana
Durante la campaña electoral, Donald Trump fue muy claro al criticar la política exterior de Joe Biden, especialmente en relación con Venezuela. En sus discursos, acusó al actual presidente demócrata de permitir la entrada de “criminales venezolanos” en EE. UU., una crítica que ha resonado con la comunidad venezolana en el exilio. Los sectores de la oposición venezolana, encabezados por figuras como María Corina Machado, también han señalado a Biden como un factor de debilidad en su estrategia contra el régimen de Maduro.
Sin embargo, el tono de la retórica de Trump en sus primeras semanas de campaña ha sido una mezcla de confrontación y pragmatismo. Aunque el magnate ha prometido acciones más firmes contra Maduro, también ha mostrado interés por lograr acuerdos beneficiosos para las empresas estadounidenses que operan en Venezuela, principalmente en el sector petrolero.
¿Qué hay detrás del cambio de actitud de Venezuela?
El contexto de esta nueva apertura es complejo. Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos han estado marcadas por tensiones políticas, sanciones económicas y un enfrentamiento constante desde que Trump asumió la presidencia en 2017. En esos años, la administración de Maduro adoptó una postura beligerante, acusando a EE. UU. de intentar derrocar su gobierno y apoyar la oposición. Sin embargo, con la derrota de Trump en 2020 y el regreso de un nuevo ciclo electoral, la posibilidad de un cambio en la Casa Blanca parece haber abierto una puerta a nuevas negociaciones.
El régimen de Maduro podría estar calculando que un regreso de Trump al poder favorezca sus intereses, sobre todo en lo relacionado con la situación petrolera. Varias grandes empresas petroleras, como Chevron, tienen importantes inversiones en Venezuela, y un cambio en la administración estadounidense podría implicar un levantamiento parcial de sanciones, permitiendo una mayor colaboración económica.
El futuro de las relaciones venezolanas con EE. UU.
La pregunta que persiste es hasta qué punto el regreso de Trump a la presidencia podría modificar las relaciones de poder en Venezuela. Aunque la retórica de Trump hacia Maduro ha sido agresiva, existen señales de que los republicanos podrían estar dispuestos a revisar su postura si se dan las condiciones económicas y estratégicas adecuadas. A pesar de las tensiones políticas y las diferencias ideológicas, el pragmatismo económico podría prevalecer en este nuevo escenario.
En los próximos meses, el 2025 se perfila como un año clave para la política internacional y para el futuro de Venezuela. La oposición, representada por figuras como María Corina Machado, espera una renovación política que permita un cambio de gobierno. Sin embargo, la intervención estadounidense, en especial bajo un mandato de Trump, podría alterar los planes tanto de la oposición como del régimen de Maduro, cuya permanencia en el poder se ve como incierta, pero aún viable.