Barranquilla
Barranquilla en el top 50 de las ciudades más violentas del mundo: un llamado a la acción
La reciente inclusión de Barranquilla en la lista de las 50 ciudades más violentas del mundo lanza una alerta sobre la creciente inseguridad en la región. La influencia de organizaciones criminales y la falta de medidas efectivas son factores determinantes en esta problemática.
Barranquilla ha sido reconocida como una de las ciudades más violentas del mundo, según lo informado por el Brigadier General retirado de la Policía Nacional y CEO de Strategos BIP, Juan Carlos Buitrago. En un ranking que incluye 40 ciudades de Latinoamérica y el Caribe, el hecho de que ocho ciudades colombianas figuren en esta lista es un reflejo de una crisis de seguridad alarmante.
Desde 2011, es la primera vez que tres ciudades colombianas ocupan posiciones en el top 3 del ranking, destacándose Barranquilla y Santa Marta por sus altos índices de violencia. Buitrago subrayó que los sistemas de economía criminal han comenzado a operar con redes complejas en los puertos marítimos, enfrentándose violentamente para controlar estas zonas estratégicas.
La presencia de grupos como el Clan del Golfo, el Tren de Aragua y carteles mexicanos ha exacerbado la situación. Estos grupos ven a Barranquilla como una zona clave para apoderarse de la cadena de comercio legal, lo que ha tenido un impacto directo en el aumento de homicidios. Este fenómeno ha contribuido a que la ciudad figure por primera vez en el ranking global de violencia.
Buitrago enfatizó que esta problemática trasciende lo local. Requiere un enfoque colaborativo que involucre no solo a las autoridades locales, sino también a las del nivel central. La cooperación interdepartamental y el compromiso firme de quienes diseñan las políticas de seguridad pública son esenciales para abordar esta crisis. “Las autoridades no pueden actuar solas”, resaltó, indicando que el problema es tanto regional como global.
El llamado a la acción es claro: la seguridad en Barranquilla demanda un enfoque integral, con la participación activa de todos los niveles de gobierno y la comunidad. Sin un esfuerzo conjunto, la ciudad podría seguir enfrentando retos de seguridad que impactan la calidad de vida de sus habitantes y el desarrollo económico de la región.