Cine y TV
Netflix estrena miniserie sobre el secuestro del vuelo 601: una historia real que sacudió a Colombia
Netflix lanza una miniserie que recrea el secuestro más largo de un avión en América Latina, ocurrido en Colombia en 1973. La historia, que acaparó titulares durante días, ahora llega a la pantalla chica con un elenco de renombre y una producción que promete cautivar a espectadores de todo el mundo.
El 30 de mayo de 1973, dos “revolucionarios” armados tomaron el control de un avión colombiano, desencadenando lo que se convertiría en una odisea de cerca de 55 horas, recorriendo ciudades como Medellín y Cali, así como países como Aruba, Panamá, Costa Rica y Argentina. Este hecho, catalogado como el secuestro aéreo más extenso de la región, se convirtió en el centro de atención de los medios durante varios días.
La historia detrás de este episodio se ha detallado recientemente en el libro “Los condenados del aire” de Massimo Di Ricco, y ahora llega a la plataforma de streaming Netflix en forma de una miniserie de 6 capítulos. Este proyecto cuenta con un elenco nacional de renombre, incluyendo a Mónica Lopera, Christian Tappan, Enrique Carriazo, Marcela Benjumea, Ángela Cano, Carlos Manuel Vesgas, y el argentino Valentín Villafañe, quien interpreta a uno de los secuestradores.
Para Cristian Tappan, uno de los actores principales de la serie, este proyecto representa una oportunidad única para narrar las historias de Colombia y llevarlas a una audiencia internacional. “Creo que nosotros debemos hacer catarsis con nuestros relatos y no tener memoria corta y olvidarnos de ellas”, señaló Tappan.
Muchos de los actores involucrados en la miniserie desconocían los detalles del suceso, pero el libro y un podcast de Radio Ambulante llamado “Los aeropiratas”, producido por el autor del libro, les proporcionaron una visión más clara de los eventos. Valentín Villafañe, quien interpreta a uno de los secuestradores, compartió su experiencia al respecto: “Yo escuché el podcast y me empecé a involucrar más con todo lo que fue la historia, cómo pasó y los personajes, y ya la serie trae una potencia y una emoción buenísima”.
Los directores de la miniserie, Camilo Prince y Pablo González, encontraron en el libro una fuente invaluable de información para contar esta historia que había caído en el olvido. González destacó la relevancia de este tipo de secuestros en esa época, señalando que “solo en Colombia hubo 17 en un par de años”. La búsqueda de personas con familiares que vivieron estos eventos ayudó a enriquecer la narrativa de la serie.
Enrique Carriazo, otro de los protagonistas, elogió el trabajo de los directores y escritores de la serie, destacando que navegaron en lo profundo de la historia y lograron capturar la esencia de los personajes y los eventos. “En cuanto a mi personaje, entendí esa doble capa que tiene y lo disfruté y me dejé guiar de este gran equipo de showrunners”, expresó Carriazo.
La serie también aborda temas feministas a través de los personajes de las azafatas, interpretadas por Mónica Lopera y Ángela Cano. Lopera compartió su sorpresa al descubrir la historia de estas mujeres que se apropiaron de la situación durante el secuestro: “A mí me sorprendió mucho mi personaje a través de lo que decía, yo quería decir las líneas que ella hablaba… era darle honor a esta mujer y estas heroínas a las que poco se reconoció lo que hicieron”.
La producción de la miniserie se esmeró en recrear fielmente los escenarios y vestuarios de la época, pero también incorporó tecnología para recrear el ambiente de un secuestro aéreo. Christian Tappan, cuyo personaje pasa la mayor parte del tiempo en una cabina de avión, destacó el trabajo de ambientación realizado: “Fue muy bonito podernos creer el cuento”.
Con su lanzamiento en Netflix, esta miniserie colombiana aspira a trascender fronteras y generar una reflexión sobre la fragilidad de la vida y la importancia de cada momento que vivimos. Como señaló Camilo, uno de los directores, “queremos generar también una reflexión sobre la fragilidad de la vida, lo preciado que es cada momento que vivimos y lo rápido que lo podemos perder”.