Política
El Congreso sepulta la reforma a la salud y Petro sufre su mayor revés político
El Congreso de la República ha sepultado la reforma a la salud del Gobierno de Gustavo Petro, marcando así una de las derrotas políticas más contundentes de su mandato. ¿Qué implicaciones tiene esta decisión?
La Comisión Séptima del Senado, con una mayoría absoluta de nueve votos a favor y cinco en contra, archivó la ponencia negativa del proyecto de ley destinado a transformar profundamente el sistema sanitario colombiano. Este revés político representa un golpe significativo para el presidente Petro, quien desde su llegada al poder en agosto de 2022, ha priorizado esta reforma sobre otras agendas sociales.
La propuesta de reforma buscaba sustituir el sistema de aseguramiento privado, en funcionamiento desde 1993, por un modelo mayoritariamente público, garantizando así el acceso universal a la salud. Sin embargo, la oposición de algunos sectores políticos y la división generada en el Congreso terminaron por enterrar la iniciativa.
Disidencia interna y fragmentación política
La insistencia del presidente Petro en llevar adelante esta reforma provocó una fractura dentro de su propio gabinete, resultando en la salida de ministros moderados que se mostraban en desacuerdo con el cambio propuesto. Este desacuerdo no solo afectó al interior del Gobierno, sino que también fragmentó la coalición legislativa que había respaldado previamente otras iniciativas del mandatario.
La disidencia en torno a la reforma sanitaria también marcó el fin de las relaciones políticas favorables entre el Gobierno y algunos partidos clave, como el Partido Liberal, el Partido de la U y el Partido Conservador. Estos partidos, cuyas campañas al Congreso en 2022 fueron financiadas por grupos vinculados al sector de la salud, optaron por votar en contra del proyecto.
Financiamiento cuestionado y conflicto de Intereses
Los senadores que votaron por el archivo de la reforma recibieron críticas por parte del senador Wilson Arias, del Polo Democrático, quien cuestionó el financiamiento de sus campañas por grupos relacionados con el sector de la salud. Aunque los congresistas presentaron impedimentos por posible conflicto de interés, estos fueron finalmente rechazados por la comisión.
La senadora Norma Hurtado, del partido de la U, quien lideró la defensa del archivo, argumentó que la reforma había generado divisiones en el país y destacó la falta de claridad del Gobierno en cuanto a los costos del proyecto. A pesar de reconocer aspectos positivos de la iniciativa, como la atención primaria en salud, los senadores opositores se opusieron a modificar el sistema de fondo.
Desacuerdo y esperanza en el gobierno
El Gobierno, representado por el ministro de salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, y el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, expresó su desacuerdo con la decisión del Congreso. Jaramillo anunció que ante el hundimiento del proyecto, el Gobierno optará por un proceso constituyente, mientras que Velasco lamentó que los argumentos gubernamentales no fueran suficientes para salvar la reforma.
La derrota en el Congreso significa que, si el Gobierno desea avanzar con la transformación del sistema de salud, deberá construir una nueva propuesta desde cero para la próxima legislatura. En última instancia, la decisión sobre el futuro de la salud en Colombia recae en manos del presidente Petro y su capacidad para articular consensos en el Congreso.