Política
Denuncia contra Polo Polo por hostigamiento a víctimas de falsos positivos
El acto simbólico de las Madres de Soacha ha desatado una ola de reacciones, luego de que el representante Miguel Polo Polo arrojara al basurero unas botas utilizadas en un homenaje. La denuncia penal está en marcha.
El pasado 6 de noviembre, el video publicado por Miguel Polo Polo, representante a la Cámara, generó una fuerte controversia. En las imágenes, el congresista muestra su indignación al tirar a la basura varias botas que formaban parte de un acto simbólico llevado a cabo por las Madres de Soacha. Este acto tenía como objetivo rendir homenaje a las víctimas de los llamados “falsos positivos” cometidos por miembros del ejército colombiano. La escena fue difundida en sus redes sociales con un mensaje claro: “estas botas tienen que ir a donde pertenecen: al canasto de la basura”.
El acto de Polo Polo ha sido interpretado por muchos como una agresión simbólica hacia las víctimas de las ejecuciones extrajudiciales, y especialmente hacia las Madres de Soacha, quienes desde hace años luchan por la memoria, la justicia y la reparación por la muerte de sus hijos. La respuesta no se hizo esperar. La asociación Mafapo, que agrupa a estas madres, anunció que interpondría una denuncia penal y una queja disciplinaria contra el congresista por su actitud, calificando su acción de un “hostigamiento” hacia las víctimas y un acto de “discriminación”.
La controversia no se limita solo a las Madres de Soacha. El senador Iván Cepeda también se sumó a la indignación, anunciando su intención de denunciar a Polo Polo por los delitos de hostigamiento y actos de discriminación agravada. Según Cepeda, la actitud del congresista no solo agravia a las víctimas de los falsos positivos, sino que también atenta contra el derecho a la memoria histórica, un derecho fundamental de las víctimas del conflicto armado.
En este contexto, las reacciones en redes sociales han sido contundentes. Mientras que muchos usuarios condenan el gesto de Polo Polo, otros han mostrado su apoyo a las Madres de Soacha, que continúan luchando por la justicia en un país donde los crímenes de lesa humanidad siguen siendo una herida abierta. La controversia se extiende también a varios sectores políticos, quienes consideran que la actitud de Polo Polo refleja una falta de empatía hacia las víctimas y una minimización de la magnitud de los crímenes cometidos durante el conflicto armado.
Por su parte, el excomandante de la Fuerza de Tarea Sucre, coronel retirado Luis Fernando Borja, ha hecho declaraciones que también han alimentado el debate. Borja afirmó que los casos de falsos positivos podrían ser mucho más numerosos de lo que las cifras oficiales indican, y mencionó que los asesinatos de campesinos y jóvenes, presentados como bajas en combate, eran una práctica común desde la década de 1980. Estas declaraciones siguen alimentando el debate sobre la veracidad de las cifras relacionadas con las ejecuciones extrajudiciales y sobre el proceso de justicia en el país.
En medio de este clima de tensión, las Madres de Soacha y sus aliados políticos como Cepeda y María José Pizarro insisten en que los derechos de las víctimas deben ser protegidos, y que no se puede permitir que los responsables de estos crímenes sigan faltando al respeto a las víctimas. Los actos simbólicos, como el que se realizó con las botas, siguen siendo una herramienta de denuncia ante la impunidad y el olvido que, según muchos, todavía persiste en la sociedad colombiana.
La denuncia penal y la queja disciplinaria anunciada por Mafapo marcan el inicio de una nueva fase en la lucha de las Madres de Soacha por la justicia. En este contexto, las palabras de Cepeda y Pizarro subrayan la necesidad de que el Estado y sus representantes actúen con respeto hacia las víctimas del conflicto, en lugar de trivializar su dolor y su sufrimiento.